La muñeca diablesa
Cada vez me queda menos tiempo. La válvula de mi corazón es nueva. Me han puesto dos muelles, pero tengo el motor averiado. Una anomalía genética…, dijo el […]
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Cada vez me queda menos tiempo. La válvula de mi corazón es nueva. Me han puesto dos muelles, pero tengo el motor averiado. Una anomalía genética…, dijo el […]
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Cuando las horas guardan silencio Y es tiempo de las estrellas Cuando mi ser entra en calma Y mi espíritu se descompone a retazos Lamentos y heridas, epopeyas
Dobby, el elfo libre. De noche en la madrugada he soñado un poema. En la lengua de Cervantes, lo imposible se ha hecho letra. En cálidos arrullos el
Muelle de cruceros. Cartagena. Lento y con levante llegas, arrasas como tormenta, frena la cámara lenta, que no te arrastren las meigas. Ya es hora de que te
Fuente del Jardín de los Cactus. Lanzarote. No me gustan los espejos, no soporto las preguntas, me inquietas y no me inquietas como los silencios cojos. La cadencia
Los colores de mis piedras son voces de los ancestros. Se elevan como las hiedras mudos, espasmos sin rostros. Rodados en las corrientes, gritan; se hacen más patentes
Collage Carpe Diem. El labial de tu boca, esa humedad en gotas color de tu mirada embrujada en chispas. Aderezo de estrellas… es tu ola marejada. Sueño con
Ahora hasta me sobra cuando antes fue único días de hasta treinta horas en una larga madrugá con ganas y de fiesta. Le hago la cobra al reloj.
Escalera barroca. Universidad Pontificia de Salamanca. Martín entra en el aula despacio. Siempre anda a paso ceremonioso cuando se dispone a dar una charla. Ya en la tarima
Dársena del muelle de cruceros. Cartagena. Fuego. Oráculo de lo eterno. El muelle, eso oculto en mis letras. Emociones como velas en mis poemas… Heridas cautivas, prisioneras de