Esas voces

Nenúfares. Jardín del Cactus. Lanzarote.

Esas voces no son extrañas. Emanan de tu espíritu. No piden permiso para derramar su alegato. Grabadas en tu genética, te diferencian del resto por tu forma de andar, tu manera de comer y, puede que hasta te influyan en cómo interpretas la lectura de un libro.

Esa voz de tu subconsciente se manifiesta en momentos críticos, en los que la duda te asalta, el remordimiento te atormenta o aquel pensamiento desestabiliza tu psique, y muestra tu auténtica obsesión. Es un proceso complejo, a la par que inquietante. ¿Cómo la razón reviste las reacciones de unas células de una energía intangible que alcanza tu mente y te habla; te cuestiona, te reta; te atiende y te agobia … ? En definitiva, un cúmulo de reacciones y sensaciones con las que convives de por vida. Hay temporadas en las que las voces están más activas, mientras que en otras llegas a pensar que se marcharon para siempre hasta que vuelves a escucharlas.

Casi siempre se trata de voces conocidas. Usan tu mismo tono o el de alguien muy querido, que pervive en tu mente aunque ya haya hecho el gran viaje. No siempre se oyen del mismo modo. Ellas también transmiten sus propias emociones y tu percibes tranquilidad, tristeza, paz, alegría, amor, verdad, satisfacción, emoción …

Esas voces te animan, te hunden, te impulsan o te lastran. Te acompañan y te lastiman, te consuelan o te agreden. Son el ‘ying y el yang’ de tu esencia; el bien y el mal; los dos lados de la fuerza; o como quieras llamarlos. Las disfrazas o te acomodas en ellas, convives o malvives con ellas, más nunca puedes ignorarlas porque no puedes acallarlas mientras vivas.

Esas voces …

18 comentarios en “Esas voces”

  1. Magnificamente descrito ese dialogo interior que frecuentemente nos acompaña a pesar de anhelar encontrar un poco de silencio interior y serenidad.

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